Arruinada: Siempre serás mía.
Nia Kas
Podía sentirlo parado frente a mí. Agarró mis piernas y de un solo movimiento se adentró en mí.
—¡Joder! —no pude evitar gritar.
—Tienes que aprender a ser obediente —dijo mientras seguía embistiéndome. Cuando sentí sus manos en mi clítoris, mi cuerpo tembló.
—Asher, por favor, es demasiado.
—No. Si realmente quisiera castigarte, te daría todo de mí —dijo contra mi oído y mi cuerpo entero se paralizó. De repente, se movió y yo estaba de pie otra vez. Este hombre estaba loco.
Lo sentí detrás...
—¡Joder! —no pude evitar gritar.
—Tienes que aprender a ser obediente —dijo mientras seguía embistiéndome. Cuando sentí sus manos en mi clítoris, mi cuerpo tembló.
—Asher, por favor, es demasiado.
—No. Si realmente quisiera castigarte, te daría todo de mí —dijo contra mi oído y mi cuerpo entero se paralizó. De repente, se movió y yo estaba de pie otra vez. Este hombre estaba loco.
Lo sentí detrás...