Vaya, salí con un hombre lobo
Bethany River
«¿Por qué estás en mi auto?» Sammy preguntó horrorizado: «¿Y dónde diablos está tu ropa?»
Estaba sentado a su lado con nada más que unos pantalones cortos holgados, que no dejaban nada a la imaginación, y ahora Sammy estaba nervioso, estaba tan cerca, y olía sorprendentemente bien.
Su mirada era intensa mientras la miraba a los ojos azules. Ella estaba claramente molesta e incómoda, y él temía que él pudiera ser la causa. Pero, aun así, no podía marcharse.
Esta hermosa mujer era su compañera...
Estaba sentado a su lado con nada más que unos pantalones cortos holgados, que no dejaban nada a la imaginación, y ahora Sammy estaba nervioso, estaba tan cerca, y olía sorprendentemente bien.
Su mirada era intensa mientras la miraba a los ojos azules. Ella estaba claramente molesta e incómoda, y él temía que él pudiera ser la causa. Pero, aun así, no podía marcharse.
Esta hermosa mujer era su compañera...