Seducida por mi guardaespaldas
Tabang Viviane
Su voz se acerca más a un gruñido, tan profundo que me hace reaccionar. «Pórtate bien, princesa. De lo contrario, tendré que tratar contigo yo mismo. Y eso no te gustará mucho».
Es mi guardaespaldas. Yo huyo, él me persigue. En mis momentos más oscuros, cuando he intentado poner fin a mi propia desesperación, él está ahí, ineludible como un azote, pero su presencia está mezclada con una extraña sensación de protección. Mis emociones son un caos enredado: lo odio, lo amo, deseo su presencia, pero...
Es mi guardaespaldas. Yo huyo, él me persigue. En mis momentos más oscuros, cuando he intentado poner fin a mi propia desesperación, él está ahí, ineludible como un azote, pero su presencia está mezclada con una extraña sensación de protección. Mis emociones son un caos enredado: lo odio, lo amo, deseo su presencia, pero...