Arruinada: Siempre serás mía.

Podía sentirlo parado frente a mí. Agarró mis piernas y de un solo movimiento se adentró en mí.
—¡Joder! —no pude evitar gritar.
—Tienes que aprender a ser obediente —dijo mientras seguía embistiéndome. Cuando sentí sus manos en mi clítoris, mi cuerpo tembló.
—Asher, por favor, es demasiado.
—No. Si realmente quisiera castigarte, te daría todo de mí —dijo contra mi oído y mi cuerpo entero se paralizó. De repente, se movió y yo estaba de pie otra vez. Este hombre estaba loco.
Lo sentí detrás de mí.
—Diez azotes por tu desobediencia —dijo.
—Asher, por favor.
—No —su voz era fría y sin emoción alguna.
Asher era lo que quería, lo que realmente anhelaba hasta que fue demasiado tarde. Un huérfano nunca debería enamorarse de alguien fuera de su alcance. Pensé que amarlo era lo correcto hasta que reveló su verdadera identidad y me arruinó. Estaba arruinada para todos los demás. Todavía podía sentir su toque, como si estuviera grabado en mi piel. Intenté evitarlo, pero el destino no lo permitió.
Los Sterling eran los más poderosos en Havenwood y Dorian Sterling estaba fuera de límites.
Como huérfana, descubrir que aún hay personas que te buscan es difícil de aceptar, pero cuando resultan ser personas de riqueza y estatus, tomé el otro camino y huí, pero huir me llevó de vuelta al lugar que estaba evitando y a la persona que estaba evitando.
Asher y Dorian Sterling, uno y el mismo. Cuando apareció su primer amor y junto con todos los que se propusieron arruinarme, recé para que él pudiera protegerme.