Alfas en la mansión
Laurie
Mientras contemplaba su entorno, Cecilia solo vio carne desnuda. Los músculos carnales y los hermosos rostros se enredaban a su alrededor.
Cuatro alfas.
Uno le enrolló el pelo entre los dedos. Uno le llevó la mano a la boca y le dio un beso ligero como una pluma en los nudillos. Se apoyó en el pecho de dos de ellos, con una risa suave en sus oídos y sus cuerpos apretados contra sus hombros.
Los dedos de los Alfas recorrían su carne desnuda, dando escalofríos por donde pasaban. En la parte in...
Cuatro alfas.
Uno le enrolló el pelo entre los dedos. Uno le llevó la mano a la boca y le dio un beso ligero como una pluma en los nudillos. Se apoyó en el pecho de dos de ellos, con una risa suave en sus oídos y sus cuerpos apretados contra sus hombros.
Los dedos de los Alfas recorrían su carne desnuda, dando escalofríos por donde pasaban. En la parte in...