Hidden Flame: En busca de los trillizos reyes dragones
Lynn Byrne
Una vez llena la bañera, me meto y me pongo cómodo.
Tengo que dormirme porque, en lugar de que el agua caliente lame mi piel pálida y suave, tengo tres lenguas muy hábiles y calientes que siguen las pocas curvas de mi cuerpo que tengo.
A pesar de no poder ver quiénes me están dando tanto placer, siento que todo mi cuerpo empieza a temblar. Una boca reclama la mía mientras que la segunda me chupa uno de mis pezones mientras que la tercera boca envuelve mi clítoris.
Tras huir de un orfa...
Tengo que dormirme porque, en lugar de que el agua caliente lame mi piel pálida y suave, tengo tres lenguas muy hábiles y calientes que siguen las pocas curvas de mi cuerpo que tengo.
A pesar de no poder ver quiénes me están dando tanto placer, siento que todo mi cuerpo empieza a temblar. Una boca reclama la mía mientras que la segunda me chupa uno de mis pezones mientras que la tercera boca envuelve mi clítoris.
Tras huir de un orfa...