Elegida por los Gemelos Vampiros
Amarachi Gabriel
—Esto está tan mal, no debería estar haciendo esto, ¡pero no puedo resistirte, ya no más! —gimió, tirándome inmediatamente a sus brazos.
El toque de Lucien era frío, pero yo ardía de deseo, lujuriosa y necesitada.
Sus labios eran tan suaves y me besaba con la misma necesidad que hacía que mis bragas estuvieran empapadas.
De repente, la puerta se abrió y su gemelo entró, sus ojos rojos observando la escena mientras yo jadeaba de sorpresa y placer porque Lucien hundió sus dedos en mi húmeda vagin...
El toque de Lucien era frío, pero yo ardía de deseo, lujuriosa y necesitada.
Sus labios eran tan suaves y me besaba con la misma necesidad que hacía que mis bragas estuvieran empapadas.
De repente, la puerta se abrió y su gemelo entró, sus ojos rojos observando la escena mientras yo jadeaba de sorpresa y placer porque Lucien hundió sus dedos en mi húmeda vagin...