Fascinada
Galen Yana
—Pensé que realmente te gustaba.
Susurró ella con ojos avellana húmedos y desesperación. Su corazón se contrajo al verla, viendo lo herida que estaba. Por un momento o dos, sus ojos grises de acero se llenaron de solicitud por ella, que inmediatamente desechó cuando su ego y autoestima dominaron su mente. Se rió suavemente, dando pasos lentos y depredadores hacia ella.
—¡Oh, querida! Nunca pensé que fueras tan inmadura. Solo te manipulé para que pensaras así. Lo único que siento por ti es lujuri...
Susurró ella con ojos avellana húmedos y desesperación. Su corazón se contrajo al verla, viendo lo herida que estaba. Por un momento o dos, sus ojos grises de acero se llenaron de solicitud por ella, que inmediatamente desechó cuando su ego y autoestima dominaron su mente. Se rió suavemente, dando pasos lentos y depredadores hacia ella.
—¡Oh, querida! Nunca pensé que fueras tan inmadura. Solo te manipulé para que pensaras así. Lo único que siento por ti es lujuri...