Su conejita
Astylynn
—Conejita— gruñó prácticamente en mi oído, haciendo que temblara mientras la aspereza en su voz hacía que mi coño se apretara fuertemente alrededor de su verga antes de que todo mi cuerpo casi se paralizara de placer.
—¡CONEJO BLANCO!— grité mientras cada músculo de mi cuerpo se soltaba al mismo tiempo, dejándome hecha un desastre tembloroso mientras él me embestía más fuerte, repitiendo una y otra vez —Conejita—.
Empujó mi pierna hacia adelante, haciendo que apretara más su polla y que mi cue...
—¡CONEJO BLANCO!— grité mientras cada músculo de mi cuerpo se soltaba al mismo tiempo, dejándome hecha un desastre tembloroso mientras él me embestía más fuerte, repitiendo una y otra vez —Conejita—.
Empujó mi pierna hacia adelante, haciendo que apretara más su polla y que mi cue...