Los Trillizos Sorpresa del CEO
Luna Hart
Hace cinco años, mi hermanastra me drogó. Dada la necesidad de cubrir mi matrícula, finalmente acepté la situación. Sentí su aliento ardiente contra mi oído, sus dedos ásperos rozando mis muslos internos, encendiendo un dolor sordo y eléctrico. Su duro miembro presionaba contra mi empapada entrepierna, haciendo que mi corazón latiera desbocado, mi cuerpo arqueándose instintivamente, deseando una penetración más profunda.
Después de esa noche imprudente, me fui con vergüenza, solo para descubrirm...
Después de esa noche imprudente, me fui con vergüenza, solo para descubrirm...