Su esposa comprada
Elk Entertainment
—Puede besar a la novia —anunció el sacerdote y mi cuerpo se estremeció en resistencia mientras las palabras que le dije hace dos días resonaban en mis oídos. «No te escupiría en la cara, y mucho menos me casaría contigo, Liam Knight». Sus ojos brillaban de triunfo, dejando claro que una vez más había ganado. Sonrió cruelmente, burlándose de mí sin palabras, mostrándome cómo me había obligado a hacer exactamente lo que dije que nunca haría, incluso si me lo suplicara. No suplicó, al contrario, m...