Su predestinada Luna

—Por favor... —susurré subconscientemente, ganándome un pequeño gruñido de él. Había despertado el fuego dentro de mí.
—Tócame.
—¿Dónde te gustaría que te tocara? —susurró mientras sus labios rondaban mi lóbulo de la oreja. Lo besó, haciéndome sentir cálida por todo el cuerpo.
—Allí abajo —susurré.
—Guía mi mano —ordenó y yo hice lo que me dijo, agradecida de llevar un vestido de verano. Coloqué su mano en mi coño.
Me frotó a través de mis bragas y dejé escapar un pequeño gemido de placer. Otro roce y un gemido satisfecho se escapó...
—Tengo que investigar este caso. Esto nunca ha sucedido antes —dijo Eugene mientras se frotaba la barbilla.
—¿Es posible que mi lobo nunca despierte? —solté impulsivamente.
—Nunca. El interior de ti es muy salvaje y no puedes controlarlo. Pero la píldora de amatista despierta al lobo porque la anterior lo puso a dormir. Ahora que eres adulta, eres capaz de controlarlo.
¿Qué pasa si mi lobo despierta, pero aún no sé cómo controlarlo?
¿Y qué pasará cuando no pueda controlarlo, me volveré débil como antes?
¿Un lobo indigno?
Cuando Domino nació, era tan débil que podría haber fallecido. Sin embargo, el Doctor Crispin le dio unas píldoras especiales para contener lo que él llamaba "poder" en su cuerpo y le salvó la vida.
A cambio, Domino tiene que casarse con su hijo Jaden Crispin cuando creciera. El que más tarde ella encuentra tan fascinante para ella...
Un día, la familia Crispin apareció frente a la casa de la joven Domino de 17 años. Su presencia la arrastró inmediatamente a una nueva vida.
Luego comenzó a aprender sobre su propio poder, sobre la familia Crispin y un mundo totalmente diferente...