SIEMPRE HAS SIDO TÚ

—¿Cinco años y eso es todo lo que tienes que decirme? —preguntó él. Estaba tan cerca que ella podía sentir su aliento.
Ella quería alejarse de él. Pero no quería que él supiera cuánto la afectaba. Así que se quedó justo allí. No iba a dejar que él la intimidara.
—Bueno... ¿Hay algo más que quieras que diga? —preguntó ella.
El lado de su boca se curvó hacia arriba.
¿Estaba sonriendo? ¿Por qué demonios estaba sonriendo así? pensó ella. No recordaba haber dicho nada gracioso.
—Te fuiste... Kitty —dijo él—. Te pedí que te quedaras... Te rogué que te quedaras... Y te fuiste de todos modos... Con él. Y ahora vuelves... Actuando como si todo estuviera bien entre nosotros...?
Había algo en él... pensó ella. Algo en la forma en que la llamaba 'Kitty' que hacía que su corazón diera un vuelco. Él era el único que la llamaba así. Ni siquiera se había dado cuenta de cuánto extrañaba que él la llamara así.
—No debiste haberte ido con él —dijo él.
—¿Ah, sí? ¿Por qué no? ¿Porque tú no querías que me fuera? —preguntó ella. Estaba empezando a enojarse.
—Sí, eso es —respondió él—. Y por lo que sentías por mí, por lo que sentíamos el uno por el otro. Cuando me acercaba a ti, sentías una emoción tan intensa que dejabas de respirar, como lo estás sintiendo ahora. Me deseabas tanto como yo te deseaba a ti. Y eso debería haber sido suficiente para que te quedaras.