VENDIDO A LA REINA DE LA MAFIA
Jade weaver
—¡No te muevas ni un centímetro, sigue follándola! —grité.
—¡Asssshley, por favor! —suplicó él, con lágrimas en los ojos.
—¿Qué es eso? ¡No! No llores, eres un hombre. ¿No quieres esto? —pregunté, mirándolo con furia.
—¡Ashley, por favor no lo mates! ¡Lo sentimos! —gritó Emily.
—¿Lo sientes? ¿Entonces debería perdonarte? —pregunté, sonando herida.
—Por favor, Ashley, no hagas esto. ¿Sabes que todavía te amo? —dijo él.
—¿Amor? ¡Cierra la boca, pedazo de basura! —grité—. ¿Qué estás esperando...
—¡Asssshley, por favor! —suplicó él, con lágrimas en los ojos.
—¿Qué es eso? ¡No! No llores, eres un hombre. ¿No quieres esto? —pregunté, mirándolo con furia.
—¡Ashley, por favor no lo mates! ¡Lo sentimos! —gritó Emily.
—¿Lo sientes? ¿Entonces debería perdonarte? —pregunté, sonando herida.
—Por favor, Ashley, no hagas esto. ¿Sabes que todavía te amo? —dijo él.
—¿Amor? ¡Cierra la boca, pedazo de basura! —grité—. ¿Qué estás esperando...