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Capítulo 98: Avery nunca se despertaría para siempre

El agua caliente hizo poco para aliviar la tensión en mi cuerpo, pero al menos me sentí marginalmente más humano después. Me puse ropa limpia, agarré un pedazo de pan de la cocina—más por costumbre que por hambre—y me dirigí de nuevo a la habitación de Avery.

Cuando entré, Rachel estaba sentada jun...