Arruinada: Siempre serás mía.

Capítulo 10

—Suena tan jodidamente sexy cuando dices mi nombre, conejita—. Pasé mis dedos por su cabello mientras me movía contra él, deseando liberarme.

—Joder, así es, conejita, monta mi cara, toma lo que quieras.

Nunca había tenido un orgasmo en toda mi vida. Nunca me había tocado de ninguna manera. Nunca...