Chapter




Chapters
Capítulo 1. La apuesta
Capítulo 2. Te aposté en un juego
Capítulo 3. No debes ser distinto de él
Capítulo 4. ¿Quién eres?
Capítulo 5. ¿Dónde está Meghan?
Capítulo 6. ¿Qué sabes de ella, Patrick?
Capítulo 7. Yo no lo elegí
Capítulo 8. ¡Es un complot!
Capítulo 9. Confío en ti
Capítulo 10. ¿Vas a algún lado?
Capítulo 11. ¡Esa es mi amiga!
Capítulo 12. Es un buen hombre
Capítulo 13. Dividido
Capítulo 14. Te lo prometo
Capítulo 15. ¿Café?
Capítulo 16. Inesperada propuesta
Capítulo 17. Estoy contigo
Capítulo 18. ¿Te gusta Meghan?
Capítulo 19. No le hagas daño
Capítulo 20. ¿Qué quieres que haga?
Capítulo 21. Huyendo.
Capítulo 22. Hazlo por mí.
Capítulo 23. ¿Cómo no amarlo?
Capítulo 24. Jamás renuncies a tus sueños
Capítulo 25. Cambia tu vida
Capítulo 26. Mi Gatita
Capítulo 27. Lo siento.
Capítulo 28. Necesito olvidar
Capítulo 29. ¿Cómo está Patrick?
Capítulo 30. ¿Tienes libre esta noche?
Capítulo 31. ¿A dónde vas?
Capítulo 32. Deja que te ayude
Capítulo 33. ¿Estás vigilando a Mía?
Capítulo 34. ¡Necesitamos a Meghan!
Capítulo 35. No puedes enfermarte
Capítulo 36. ¿Vas a extrañarme?
Capítulo 37. ¡Sorpresa!
Capítulo 38. No busco una sustituta
Capítulo 39. Te está esperando
Capítulo 40. Quédate
Capítulo 41. Gracias por venir
Capítulo 42. Sano y salvo
Capítulo 43. ¿Te ríes de mí, Pat?
Capítulo 44. Por ti
Capítulo 45. Encantado de conocerte
Capítulo 46. No juegues con fuego
Capítulo 47. Estoy muriendo de celos
Capítulo 48. Me quedaré contigo
Capítulo 49. Es el vestido perfecto
Capítulo 50. Es ahora o nunca
Capítulo 51. Más que mil palabras
Capítulo 52. Ella es mi otra mitad
Capítulo 53. La mejor apuesta de mi vida
Capítulo 54. Lo siento.
Capítulo 55. Vendrás conmigo
Capítulo 56. ¡Voy a matarte!
Capítulo 57. Necesitas reinventarte
Capítulo 58. Te amaré toda la vida.
Capítulo 59. ¿Quieres bailar?
Capítulo 60. Pasión y Caramelo
Capítulo 61. Esa es mi chica
Capítulo 62. Eres peligrosa.
Capítulo 63. Epílogo

Zoom out

Zoom in

Read with Bonus
Read with Bonus

Capítulo 14. Te lo prometo
Meghan se sintió nerviosa por aquella mirada, pero no apartó los ojos de Astrid. Ella no tenía nada que esconder y nada de lo que avergonzarse. Estaba allí por Patrick, pero estaba trabajando.
—Hola, Cariño, ¿cómo estás? ¿Cómo va todo? Patrick ha dicho que tienes una niñera —dijo, levantando los oj...