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Mira

¡Jajajaja!

Alice se rió mientras se parecía a un conejo atrapado con las manos en la masa, con su pequeño cuerpo afirmando que juega de apoyo y atreviéndose a hablar en su contra.

Tenía que darle una recompensa.

¿O no?

Podría hacerle una mella en la cabeza, y luego él volvería a contemplar recom...