Read with BonusRead with Bonus

Trampa

—Está bien —aceptó Alisha, asintiendo con la cabeza, sintiendo que era su única salida.

Alice sonrió, no con malicia, sino con satisfacción, viendo su acuerdo como un éxito.

—Abre la boca, Ángel —ordenó Alice, asertivo, con su pulgar descansando suavemente sobre los labios de Alisha.

Alisha se so...