Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ochenta y dos

Mirándolo, Katherine supo que lo amaba. Nada más importaba ahora. Su empeine acariciaba la pantorrilla salpicada de cabello de él.

—Te quedarás esta noche, ¿verdad? —preguntó ella—. Tim estará en casa de mi mamá hasta mañana.

—Sí, cariño —dijo Jensen.

—Bien —dijo Katherine sonriendo—. Ahora, ¿vas...