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Capítulo sesenta y dos

La soltó tan rápidamente como la había agarrado, y luego comenzó a moverse hacia la puerta. Sobre su hombro en retirada dijo:

—Sabes dónde encontrarme si puedo hacer algo por Tim. Buenas noches.

Minutos después, Katherine se sentó en el sofá, incapaz de moverse. Se preguntaba si había tomado la de...