Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y seis

Metiendo su mano en su cabello, inclinó su cabeza hacia atrás y cubrió su boca con la suya. No suavizó el beso, no se molestó con preliminares, sino que marcó su posesión de la manera más primitiva posible.

Ella cedió instantáneamente, ofreciendo una dulce rendición ante su decidido asalto. Fue esa...