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Capítulo treinta y cinco

Katherine inhaló profundamente.

Estudió la postura de un bateador. —Tus piernas se ven más sexys en shorts. Largas, suaves y bronceadas. Cálidas, cremosas, sedosas, invitantes... Y desde donde estoy sentado, puedo ver justo abajo...

Las manos de Katherine volaron a su pecho y sujetaron el suéter d...