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Capítulo ciento nueve

—Entonces, no importará si hablo con el entrenador Baker o no, ¿verdad? —dijo la señora Andrews—. Lo siento, querido, pero mi decisión está tomada. Tal vez esto sea la motivación que necesitas para ponerte las pilas. Puedes irte ahora, Tim.

Tim se quedó allí unos segundos y, al ver que ella no iba ...