Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO CIENTO CINCUENTA Y CINCO

Había una parte de mí que apreciaba el silencio en mi cabeza. No estaba hipersensible ni constantemente alerta, lo que me permitía concentrarme en la tarea en cuestión, encontrar esa frecuencia perfecta que necesitaba para girar la llave y que hiciera clic.

La desventaja, o al menos una de varias, ...