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Enemigo desconocido

Arianna gruñó mientras luchaba por mantener el ritmo implacable del guardia. La arrastraron a una habitación donde unas sirvientas esperaban, aferrando tijeras y una navaja. Una de las sirvientas era Selene, su expresión vacía.

—¿Qué van a hacer con eso?

El guardia la empujó al suelo, y Arianna le...