Read with BonusRead with Bonus

227. Reclamado

—Oh sí, lo hace.

No iba a decirlo en voz alta.

Se quedó callada, obligándose a mirarlo a los ojos.

—Dilo, Lylah—le sujetó el cuello, levantándola para que sus respiraciones se mezclaran—. Dime que te gusta lo que ves.

Su otra mano agarró uno de sus muslos, colocándolo sobre su hombro. Luego bajó...