Read with BonusRead with Bonus

128. Negocio peligroso

Lylah tenía dos dagas, una escondida. Había jugado a propósito a ser débil para acercarse y hacer que él bajara la guardia antes de atacar.

Qué astuta pequeña.

Mandíbulas se abrieron. Ojos se ensancharon. La escena se había desarrollado tan rápido que a la multitud le tomó un minuto completo proce...