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Capítulo 52 La boda

—Mamá...

—Por favor, Serena —sus ojos se encontraron con los míos en el espejo retrovisor, llenos de una vulnerabilidad que hizo que mi protesta se muriera en mi garganta—. ¿Solo por hoy?

Suspiré, acomodándome en mi asiento—. Está bien. Solo por hoy.

Mientras conducíamos entre el tráfico de la ma...