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Capítulo 33 Una noche juntos

Nos quedamos congelados cuando nuestras manos se tocaron, luego rápidamente las retiramos con mutua vergüenza. Junté mis manos debajo de mi abrigo, el calor de donde sus dedos habían rozado los míos todavía permanecía en mi piel. Desde el rabillo del ojo, vi a Phillip juntar sus manos detrás de su e...