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Recuerdos persuasorios

Levi me miró, con una pequeña petición en sus ojos. Asentí. Él giró su palma hacia arriba sobre la mesa.

—¿Quieres escuchar lo que les dije?

Elliot asintió. Levi no dijo palabras. Dejó que un patrón surgiera de su piel, y luego las palabras flotaron en el aire.

—Uno puede venir, con las manos vacías...