




CAPÍTULO 4
Capitulo 4
No pude evitar sonreir mientras la mujer se acercaba para darme un abrazo fraternal como hace mucho no me sucedía -Estas hermosa - tomo mis hombros mirándome de arriba abajo.
Era Teresa, habia sido amiga de mi mamá cuando estuvimos en aquel pequeño departamento mal trecho con olor a humedad pero con calor de hogar que en la lujosa Mansión Carpenter no se podia respirar - No sabia que este lugar era tuya, mamá dejo una nota pero aparecía el logo de un bar -.
Ella tomo mi mano y me llevo hasta una de las mesas del café mientras la otra mujer me llevaba el pedido - ¿No te acuerdas de mi? Soy Roxanne - sonrío dandome una pequeña palmadita en la espalda.
El dia que decidí huir de casa después de la desaparición de mamá, fue a la casa de estas dos bellas mujeres que ya tenian arrugas y looks muy distintos donde me escondí - ¿El no les hizo nada por ayudarme?- tome la mano de Teresa, tenia grandes recuerdos de ella y su amistad con mamá.
- ¿A quien te refieres?- giro su cabeza intentando entender mi pregunta
- El idiota de mi padrastro - mi tono de voz era mas fuerte cuando hablaba de el -¿No las llevo a la carcel ?- siempre tuve ese miedo de niña, la culpa me invadia al pensar en las consecuencias de las mujeres por esconderme
- Jade.... el..... Osea - titubeo Teresa agachando la mirada.
- ¡No!- contesto seca Roxanne que con un gesto en la mirada hizo reaccionar a su amiga - El olvido lo sucedido -.
Bebi el cafe mientras hablamos un poco de mi niñez y las travesuras de pequeña -¿Ustedes saben algo nuevo de mamá?- abrí mis ojos buscando una esperanza que a veces parecia extinta.
Les mostré la carta que encontré en la muñeca, las dos se miraron fijamente mientras leían la nota, vi cierto nerviosismo pero creo era normal, la misma sensación tuve yo al ver la letra de mi madre despues de tanto tiempo.
- Quizas la escribió antes de desaparecer - sonrie Roxanne regresando la carta con esa sonrisa tierna se hoyuelos
- Tengo esperanzas, si mi mamá escapo y sigue viva puedo encontrarla - esa carta me habia dado fe, una que creía extinta, las dos guardaron silencio
- ¿Porque no te quedas con nosotras?, Ya eres mayor de edad y Jonathan no puede decirte nada - Teresa bebía de su taza pero si mirada tenia cierto brillo de nostalgia despues de leer la nota su mir ada cambió
- Tengo que quedarme con Jonathan, leimos el testamento de mamá y la unica forma de quitarle a ese idiota la parte de la herencia que le corresponde de mi madre es seguir bajo su dominio hasta los 25 años - me sentía frustrada pero ademas nerviosa porque no sabia cuánto tiempo podía controlar este nuevo sentimiento que nacía en mi dominando mi cabeza, le tenia miedo a caer en las garras de mi padrastro.
- ¡¿Testamento?!- Roxanne dio un pequeño golpe en la mesa mientras abría los ojos -
- Si, mamá me heredo lo que le corresponde al estar casada con Jonathan - respondí mientras colocaba mi taza de cafe en la mesa
- El no puede ser tu albacea - Roxanne se veia bastante alterada - No puedes quedarte con el -.
- ¿porque no puedo?- la mire extrañada, su reacción altiva me causaba curiosidad
- Jonathan es muy estricto - Teresa tomo mi mano - Creo que puede manipular tu dinero pero no no hagas caso - le dio un pequeño pellizco en la mano a Roxanne que decidió ir a la cocina.
- ¿hay algo que deba saber?- pregunte a Teresa que parecía la mas calmada de las dos.
- No me corresponde a mi decirte algo, solo quiero que sepas que en el proceso que vivirás descubrirás cosas que no te van a gustar, no debes confiar en nadie porque nada es lo que parece - Teresa me dio de nuevo uno de sus abrazos fraternales
- Solo quiero saber ¿Que paso con mamá? Estoy dispuesta a jugarme todo por esa información - le aclare separándome de su agarre, la actitud de las dos mujeres era extraña, ellas sabian que pasaba en ese umbral secreto de mi vida.
Sali de alli suspirando, antes de tomar un taxi escuche una pequeña discusión de Roxanne y Teresa a traves de la ventana, intente ignorarlas y seguir mi camino.
Llegue a un juzgado legal gratuito, los estudiantes que querian graduarse o tener experiencia tenian que trabajar grátis para la comunidad, pedi mi turno mientras pensaba como mi vida de adulta estaba aplastandome, no sabia si había tomado la decisión correcta al escapar de Francia, ademas esos sentimientos en mi estómago hacia el me daban asco de mi misma
- ¡Jade Stevenson!- me llamo un joven de cabellera dorada y ojos azules, me levanté llevando la carpeta.
El me miro de arriba abajo, se ruborizo antes de hacerme entrar a su oficina - Soy Hank Zing, estoy para ayudarte ¿Que consulta quieres hacer?-.
Le expliqué un poco mi situación, todo sobre la desaparición de mamá, la herencia y el poder que tenia Jonathan sobre mi - No confío en el, se que mamá pensaba que era una buena persona pero no lo es, a la mínima oportunidad me envio lejos y supongo intentará quitarme la herencia -, tenia un reto personal y ganarle a Jonathan en su mismo juego era algo excitante.
El tomo los documentos y empezó a leer el contrato con todas sus cláusulas, me sentia confiada el hombre parecia un nerd de biblioteca, cuando espere en la sala de espera muchas personas preguntaban por el, asi que me dio seguridad de estar con el mejor de su generación.
- El testamento es muy claro con los bienes de la señora Marian Santorini.... - intento hablar pero lo detuve.
- Mi mamá se llama Marian Stevenson - aclare antes de continuar con la asesoría.
- ¿esta es su firma?- pregunto enseñándome el pie de página del documento, afirme con la cabeza reconocería su letra a cientos de kilómetros.
- Entonces ella es Marian Santorini de Carpenter - repitió el joven colocándose sus anteojos - Ella dejo una gran herencia a tu nombre -
- Por supuesto, la mitad de los bienes de mi padrastro - sabia que tenia a ese hombre entre mis manos.
- No - nego con la cabeza Hank - Según lo que entiendo tu madre y el señor Carpenter firmaron un acuerdo prenupcial, nada de lo que esta aquí pertenece o perteneció al señor Carpenter, todo era de tu madre - con paciencia me explico los términos de un acuerdo prenupcial.
Mi mano temblaba mientras tomaba un poco de agua - Eso es imposible, mi mamá y yo vivimos en la miseria antes de conocer a Carpenter, lo que me dice es que ¿ mi mamá era millonaria mientras aguantabamos hambre ?- me parecia inconcebible, yo ví desde pequeña como mi madre se esforzaba dia a dia para darme lo mejor, nuestro mayor lujo era comer pizza y rentar una película un Sabado.
- Te digo lo que esta en los papeles ¿Porque no le preguntas a tu padrastro los términos del acuerdo?, Quizas hablaron algo antes de la boda - el hombre miraba mi escote que tuve que cubrir con un suéter, agacho la mirada ruborizado intentando controlar sus impulsos hormonales..
- el no me dira nada - rompí el silencio de ese momento incómodo - Solo quiero saber como quitarlo de albacea, todo a su alrededor es extraño -.
- Tienes que sacar información, algún documento o confesión sin eso no podrás romper esa cláusula - explico - Quiero ayudarte y el caso me interesa para mi tesis ¿Trabajamos juntos?- extendió su mano.
- si controlas tus hormonas - le señale su pantalón con una pequeña erección, no estaba dispuesta a tolerar más acoso.
- Lo siento - agacho la mirada avergonzado - No volvera a pasar algo asi -.
Sonrie y le di la mano, no podia juzgarlo cuando espíe a mi padrastro y me masturbe pensando en ese momento, tenia un aliado que sabia de leyes y eso era un punto a mi favor.
El me aconsejo estar cerca de Jonathan y descubrir un poco sobre la verdad de mi madre, desde su fortuna y apellido, yo no podía creer que me habia engañado desde niña ¿Santorini? Ese era su apellido, prefería el Stevenson que tenia parte de mi personalidad.
Tome aire y un poco de valor para dirigirme a las oficinas de Jonathan, la recepcionista me hizo mil caras de felicidad intentando ocultar el desagradable encuentro anterior, no podia ser rencorosa asi que respondí a sus halagos, mi meta no era ganarme a los empleados de enemigos
Entre a la oficina de el sin ser anunciada, encima del escritorio sentada dandome la espalda estaba ella, nunca olvidaría esa silueta, la mujer que una noche atras saltaba sobre Jonathan y gemia pidiendo mas
- ¿Que haces aqui?- pregunto el levantándose del escritorio, la mujer hizo lo mismo
- Necesito hablar con usted - cruce mis brazos, sentía rabia de verla, la mujer era perfecta, alta de larga cabellera, un cuerpo envidiable y un rostro sensual.
- te presento a Melissa William - Jonathan la tomo de la cintura mientras la mujer fruncía el ceño.
- Su prometida - me enseño el anillo con cierto desden -¿Eres Jade?-.
- si - respondí seca - Necesito hablar contigo a solas - la ignore, odiaba a las mujeres que se sentían superiores, habia crecido junto a niñas que me hacian sentir mal por no tener un apellido importante y Melissa era el reflejo de todas ellas.
Melissa le dio un beso en la boca y salio de la oficina sin siquiera determinarme.
Jonathan se acerco a mi colocando seguro en la puerta - Ahora dime ¿Que quieres?-
Estar tan cerca de el me ponía nerviosa solo mande saliva y fruncí el ceño - Necesito dinero quiero trabajar aqui en lo que sea -.
- Pensaba que irías a la Universidad, estoy buscando las mejores para ti - sus ojos me miraban de arriba abajo, no se si era mi imaginación pero creo que me admiraba como mujer.
- No quiero un centavo de ti, trabajaré para pagar mis estudios - tenia que trabajar alli para descubrir algo de ese pasado mentiroso.
- esta bien, mañana inicias como mi secretaria personal ¿Esta bien?- estiro su mano y yo accedí.
Antes de salir me tomo del brazo y me arrinconó contra la pared, podia oler su aliento tan cerca que mi corazón empezo a latir con rapidez - La próxima vez golpea, no querrás encontrarme en la misma situación de anoche -.
Sus palabras me pusieron nerviosa, pensé que ignorarla aquel incidente - Lo siento solo pase por alli pero no vi nada - menti muy mal mi voz temblaba.
- Viste mucho mas de un segundo, me hubiera encantado que siguieras alli mientras pasaba el segundo round - acaricio mi mejilla, era evidente que mi respiración estaba agitada.
Sus labios estaban tan cerca que crei me daría mi primer beso, estaba en shock y mi cabeza trabajaba a mil por hora ¿Me besaría?¿Me haría el amor? Estaba en conflicto con mis pensamientos.
Sonrío alejandose dejándome asi - Por favor siempre golpea, tengo derecho a mi intimidad - se sentó en su escritorio y empezo a mirar su laptop - Puedes irte - señalo la puerta.
Mis piernas temblaban mientras salia de allí, no pude responder nada, ¿Que estaba pasando en mi cabeza? Debi darle una cachetada pero empece a fantasear con sus labios.
Al salir me tropecé con Clara - De nuevo aqui - me abrazo
- estare mucho mas seguido, trabajaré aquí desde mañana - sonrei - Seré la secretaria de Jonathan -.
Ella sonrío - Ojalá no te pase lo que a todas sus secretarias - bromeo mientras me daba una palmadita en el brazo
- ¿que les pasa?- pregunte extrañada.
- Lo odian al inicio y despues lo aman, pero la unica secretaria que tuvo la suerte de ser correspondida fue tu mamá - Clara conocía su historia de amor, pero sus palabras helaron mi sangre la maldición de la secretaria empezaba a recorrer mis
venas como un veneno lento.
- Nunca me fijaría en alguien como el - suspiré sabiendo que mi vida estaria en la boca del lobo.