Read with BonusRead with Bonus

Órdenes

Cuando todavía el cuerpo de Rebecca se retorcía y convulsionaba de placer, Liam volvió a cargarla por su trasero colocando sus piernas alrededor de su cintura y, sin demora alguna, la llevó directo a su habitación.

—Te necesito ahora —le dijo él en una mezcla d besos, chupetones y mordidas.

—Soy tuy...