Read with BonusRead with Bonus

154. Oscuro e indomable

DÍA UNO

—Tócate.

Le ordeno y espero que se mueva. Pero como una muñeca, Emara me mira, con los ojos abiertos y sin moverse.

Mi paciencia se está agotando con cada segundo que pasa, porque cuando doy una orden, espero que se cumpla.

Y aquí está ella, ignorando mis palabras como si fuera una br...