Read with BonusRead with Bonus

Capitulo 27: el refugio de los cuerpos

La noche había caído sobre nosotros como un manto húmedo y silencioso. Tras escapar de las ruinas de la mansión, Adrián y yo habíamos caminado durante horas, con el humo aún impregnado en la ropa y la piel marcada por la ceniza. El bosque nos recibió con su espesura oscura, como si quisiera prote...