Beth
Me calzo los Prada negros de tacón alto y me levanto de la cama de mi habitación de hotel impulsando mi desgana junto con mi cuerpo, tratando de infundirme ánimo para volver a verlo. A oler su aroma desquiciante y a recibir de golpe tantos recuerdos que se que vendrán a mi, una vez lo vuelva a tener delante.
Incluso recuerdos de la noche anterior, cuando no me dejó disfrutar de la boda por hacerme disfrutar de él. De su boca y sus promesas en mis sueños.
Sabía que venir era un error y se lo había dicho a Beth, pero ell insistía en que tenía que hacerlo por nuestra amistad y por algo más. Un secreto que hoy conocería.
Nadie sabe que no se ha ido de luna de miel. Que ella y su marido están en la ciudad en este mismo hotel escondidos. Y aunque todavía no lo entiendo, lo haré cuando ella me explique todo.
Cuando me miro al espejo, el reflejo de mi pelo color caoba me obliga a apretar los ojos tratando de borrar de mi mente el recuerdo de la última vez que su boca estuvo mordiendo mi cuello y su mano presionaba mi mejilla contra el espejo de su baño mientras me hacía el amor con vehemencia.
En ese entonces ninguno de los dos sabía que sería la última vez. Ninguno de los dos lastimaba. Él no me mentía, y yo no lo dejaba.
—¿Cómo demonios vas a hacer esto, Kate? —me pregunto a mi misma mirándome al espejo apoyada en el mármol de la isla, con las manos abiertas y niego en respuesta, a lo que sinceramente no tengo ni idea.
Derek por algún motivo esta dispuesto a recuperar lo que cree que teníamos y podemos volver a tener y Jack y no está aquí para impedirlo. Ha volado de vuelta, no sé por qué pero me ha dejado sola y no me responde al teléfono. Solo dejó una nota.
Ese hombre que hoy vuelvo a ver, hace unos años me despedazó el corazón y nunca pude perdonarlo, así como no creo poder hacerlo jamás.
Habíamos tenido momentos idílicos juntos, o al menos eso creía yo. Nunca pude superarlo y las cosas que dijo se grabaron a fuego en mi cabeza y hasta el día de hoy lo odio por todo aquello. Y por obligarme a no poder superarlo con nadie, nunca. Por mucho que aún guarde esa carta que nunca leí.
Eso es lo peor. Que lo sigo amando. O al menos sigo amando la historia que tuve con él hasta que pasó aquello y la manera en la que me trató mientras parecía que me quería.
Mi móvil suena y camino hasta el corredor de la suite a contestar la llamada. Necesito volver a cerrar las gavetas de mi pasado o no podré afrontar a Derek etos dias que estaré aqui. Es demasiado doloroso para mí. Y él, es demasiado descarado y lo sé. Lo conozco. No creo que haya cambiado mucho y doy por hecho que jugará con tal de echarme un polvo, sabe que somos explosivos en la cama y eso, no se lo pienso permitir
Esta vez no puedo caer.
—¡Hola, linda, espero que hayas tenido una noche morbosa y romántica! —respondo sonriente.
—Hay cariño, te extraño mucho.¿ Cómo pasaste la noche, estás lista para oir lo que tengo que contarte?
No responde a mis palabras y hago un puchero que no ve. Me sonrío con amargura al pensar en que hubiera desaparecido ayer mismo de no ser por eso.
—Jack se fue —confieso tomando el bolso para salir —. Me dejó aquí. Es muy raro.
—Mi hermano le dijo que estabas con él y que pasarían la noche juntos, que sé largara antes de montar una escena y se fue —confiesa d golpe. Me quedo de una piedra.
—¿Cómo lo sabes? —murmuro anonadada.
—Le escuché y discutimos. Traté de parar a Jack pero fue inútil.
Él me dijo que si caía en la trampa de Derek se iria sin mas. Dios, esto no está pasando.
Cometí el error de acecarme a él, y he perdido a Jack. Estará muy enfadado lo sé. Será muy difícil que me deje explicarme despues ee esto.
Maldito Derek James
He conseguido mantenerlo lejos todos estos años, para esto. Tengo que acabar lo que vine a hacer a aquí y largarme.
—Solo tienes que decirme lo que sea Beth para que tome un avión y me largue.
—Gracias, en serio gracias por venir y por ser mi amiga y disculpame por lo que voy a hacerte —dice y sin entender nada abro la puerta y su puto hermano está aquí, esperando por mi, joder... cuando voy a protestar ella suelta la frase que me destroza el corazón —; pero me estoy muriendo y me queda muy poco, solo quiero que escribas la historia de mi final para mi familia y estés al lado de mi hermano para que no se pierda cuando en tres meses yo ya no esté.
Cuando cuelgo la llamada sacudo mi cabeza tratando de desoír la voz de ella, diciéndome algo tan doloroso como eso en una explicación. Su hermano, el.hombre que moriría cuando lo sepa me mira a los ojos lleno de preocupación de repente y sin más me siento liviana y perdida cuando me desmayo en sus brazos.