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Capítulo 4:

—¡Felicidades mi amor! — habló fuerte y emocionada una lacia y sumamente delgada pelinegra —… siempre supe que lo conseguirías… no tienes competencia… — aseguró Emireth mientras lo abrazaba, la chica lanzó una sonrisa y mirada con burla al rubio que los observaba molesto.

—Gracias Emireth… — dijo Jaden mientras la sostenía por la cintura… —… pero, creo que debes irte…

Emireth bufó molesta.

—Me quedo para felicitarte y lo único que gano es tu desprecio… — dijo molesta ignorando que Cedric la veía ahora con burla.

—Ya habíamos hablado de esto… — dijo Jaden y la tomó por la barbilla.

—Arregla las cosas con esa mocosa… no te daré otro día más… — aseguró Emireth y molesta salió de ahí.

—Tan tierno tu novio… — se burló Cedric al verla salir apenas momentos antes que él, por el largo pasillo que los sacaba del gimnasio.

Emireth lo vio de reojo mientras la seguía por ese largo pasillo.

— él siempre… — fingió no darle importancia. —… ¡ah! y también es tú nuevo capitán, recuérdalo. — dijo con voz fría, pero buscando molestarlo.

Cedric sonrió molesto, pero vio como metros más, adelante Emireth veía a dos chicas con menosprecio. No era más que Kristel, la novia de su primo, y la mocosa que lo había tirado esa mañana…aquella chica bonita de aire inocente que le había llamado la atención.

—Ahí está… —

Cedric escuchó decir a la torpe niña mientras veía a la distancia al resto del equipo, y se detuvo al verlas pasar a su lado sin que ellas pudiesen notarlo.

—Lo hizo Kristel… Jaden logró ganar el puesto de capitán… siempre confié en él… —

Cedric la escuchó y eso lo molestó.

—¡Espera Aura!, ¡Recuerda lo que te dije! —

—¿Aura? — Cedric se preguntó mientras sonreía con una obscura diversión.

Aquella joven de inocente y delicada apariencia, era el intocable y puro amorcito de Jaden, y la mayor rival de Emireth.

—Esto podría ser divertido, jugar con el pequeño y dulce tesoro de Jaden Aston. — se dijo Cedric a si mismo, la hermosa chiquilla y el tendrían un par de cosas de qué hablar. — ¿Qué pensarías si pongo en peligro tu dulce amor puro, capitán Jaden?, Soportarías que te quitara el amor inocente de la mujer con la que pretendes casarte? — se cuestionó divertido.

Cedric observó a la que parecía ser una pareja perfecta con una sonrisa torcida posada en sus labios, ¿podrían ser más patéticos? … Escuchó unos lentos y ligeros pasos a su espalda.

—¿Así que esa es la estúpida mocosa? — se cuestionó Emireth estaba a un lado del joven ojiazul que la veía de reojo y analíticamente.

—Aura es su nombre, y es muy bonita. — dijo Cedric con mucho interés, mientras se giraba para irse, y observó el rostro de Emireth completamente molesto.

—¿La conoces? — Emireth le preguntó resentida volteando a verle, y lo detuvo del brazo —¿de dónde? — cuestionó Emireth con cierto recelo en su tono de voz.

Cedric se encogió de hombros con indiferencia.

— Solo digamos que, he estado entre sus piernas. — el rubio soltó el comentario por el accidente ocurrido en la mañana, sonrió divertido y volteó una vez más a verlos.

Admitió para si mismo que Aura, el amor puro de Jaden, era una joven hermosa con aires de pureza que deseó corromper.

—¿Qué? — Emireth se preguntó sin creerle. Después rodó los ojos fastidiada, eso tenía que ser una broma… ¿de dónde podría conocerla? … se mantuvo de pie, y al igual que él, prestó atención al pelinegro y a la delgada azabache que lo acompañaba.

—¿Te has preguntado si tienes oportunidad contra esa niña? — Cedric le cuestionó mientras veía que todavía lo sostenía del brazo.

Ella lo vio a los ojos y al percatarse, lo soltó.

— Es ella la que no tiene oportunidad contra mi… — dijo muy segura de ella misma.

Cedric sonrió de medio lado

— ¿Solo observa cómo la trata tu adorado Jaden? — Cedric le dijo y alzando el rostro se lo indicó.

Frente a ellos y en medio de la cancha, Jaden abrazaba con ternura a la frágil chica que parecía sumamente cómoda entre sus brazos y escondida en su pecho… el pelinegro le acarició con ternura el cabello cobrizo y sedoso, y después de separarse, hizo lo mismo con su rostro … Ambos se sonrieron, o eso le pareció a la distancia.

Emireth apretó sus puños molesta, ella era la novia de Jaden y él estaba poniendo en ridículo al exhibirse de esa forma con esa desconocida, se prometió que se las pagaría.

—Creo que encontraste una rival, y una muy bonita, tiene ese, no se…aire de inocencia que a cualquiera podría volver loco — le comentó Cedric con burla y de nueva cuenta pretendió marcharse.

—Tú sabes Cedric, que nunca he tenido alguien a quien llamar rival…esa estúpida mocosa no será la primera. — dijo Emireth fríamente y orgullosa por ello, y luego siguió sus pasos hasta colocarse frente a él.

Cedric la vio fríamente y hacia abajo por la diferencia de estaturas… no dijo nada.

—Ni siquiera tú te atreviste a cambiarme… ¿recuerdas? … si ya no estamos juntos, es porque yo te dejé…no pudiste llenar mis expectativas, así que no seas tan engreído cariño, tu, que siempre te regodeaste en tu eterna soltería y en ser un hijo de perra, no fuiste capaz de dejarme. — Emireth volvió a dejarle claro, sonrió con burla y un intento de superioridad.

Cedric sonrió de medio lado y la tomó de la barbilla.

— No te confundas Emireth, tu no me dejaste… — aseguró fríamente y viéndola a los ojos. —  Tuviste que irte cuando decidí que no financiaría más tus caprichos. — finalizó y la soltó sin cuidado.

Ella de igual forma sonrió.

— Pero puedes arreglarlo, me dijiste que estabas a las puertas de un gran negocio y que tu empresa generaría bastante más de lo que ya lo hace, cuando eso suceda tú y yo…ya sabes, podríamos volver a intentarlo. — dijo Emireth con insinuación

—Olvídalo Emireth… — dijo Cedric desinteresado y avanzó evadiendo su contacto.

Ella se sorprendió mínimamente.

—¿Cambiaste de opinión? — reprochó la pelinegra y a él le resultó divertido.

—Ya no me interesas…creo que encontré algo mucho más interesante. — aseguró el y volteó a ver a Aura de medio lado.

—No me digas que Darlene te ha hecho olvidarme, ella nunca ha sido rival para…

—Jamás mencioné a Darlene. — Cedric la cortó con burla.

Emireth se sorprendió ligeramente pero no se lo quiso mostrar… ¿Lo que le dijo de esa mocosa podría ser cierto?

—Mientes… — le aseguró Emireth y lo vio con desprecio.

Él se encogió de hombros y avanzó.

— Piensa lo que quieras, me conoces, tu sabrás si realmente estoy mintiendo o no. — dijo Cedric y sonrió cínicamente.

La frívola pose que Emireth mostró con todos, él la conocía perfectamente y supo del rastro de duda que le dejó, nadie conocía a aquella zorra mejor que él.

El rubio continuó avanzando con un humor mejorado, pero al entrar a los vestidores su molestia volvió al recordar que cierto pelinegro se estaba metiendo más de lo que debía en su camino… y eso, quería cobrárselo.

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