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Capítulo 3:

—¿Y con respecto a Aura? — insistió Erick. — Ella es muy ​​bonita, dulce y recatada, y cualquiera que llegue a notarlo no dudará en lanzarse contra ella…—

—Ella me ama…— interrumpió Jaden. — aunque nunca ha pasado nada entre nosotros, lo hace, y si se lo pido, me dará el tiempo que necesito…— se convenció a si mismo.

—Entonces no te preocupes… ¡tienes todo solucionado! — dijo Erick irónicamente mientras se retiraba del vestuario directo a la cancha.

Jaden resopló molesto, ojalá todo fue tan fácil como lo había dicho, ahora tenía en la misma universidad a dos mujeres que de diferente forma lo atraían, pero a diferencia de Aura, Emireth llevaba con ella la experiencia y nuevas sensaciones que lo enloquecían.

—Eres patético Jaden Astor… — se burló cierto rubio ojiazul que terminaba de colocarse su calzado deportivo, en un sector diferente de esos vestuarios.

Cedric había tenido la poca fortuna de escuchar su estúpida charla y ninguno de ellos lo notó. Ahora se levantaba y seguía sus pasos, ese día, estaba seguro que él sería nombrado nuevo capitán del equipo de baloncesto.

—Es muy bonito… — dijo Aura una vez que entraron al que sería su dormitorio por esos años que permanecerían estudiando.

—Si… es pequeño, pero es bonito… — dijo Kristel observado el reducido espacio, era una sola habitación, pero dividida en dos cuartos, uno más pequeño, pero con puerta privada, el otro era en el que se encontraban, con suficiente espacio para colocar el escritorio, un frigobar que ya estaba encargado y tal vez un par de plantas.

—Yo escojo este… — dijo Aura y de inmediato abrió la puerta a su izquierda, se adentró a él y se tiró en el viejo colchón de esa cama individual.

—¡No Aura!, ¡Yo quiero este! — se quejó Kristel mientras entraba tras ella.

—¡Lo lamento Kristel! Yo lo vi primero… — se burló la otra.

—Eres una aprovechada… — dijo Kristel que veía que ese era el mejor lugar, a pesar de estar más pequeño, bien podría acomodar un escritorio, un buró, un mueble tal vez, además tenía una pequeña ventana y frente a esta un gran y frondoso árbol de ébano, como muchos que había en el lugar.

—¿Y?, tú habrías hecho lo mismo… — Aura le reprochó a broma — Oye y… ¿nos dedicamos a ordenar ahora? — dijo con cierto fastidio, todos sus compañeros hacían lo mismo, y las escaleras se encontraban llenas de chicas que subían y bajaban con cosas…

Kristel hizo un puchero de disgusto —no… todo está muy saturado… ¡vayamos a ver a Erick! — optó por ofrecer sin ocultar su emoción.

Aura mordió su labio y sonrió, Jaden estaría con él.

—Vamos… — dijo Aura y se soltó, regresando a su mochila — el croquis… o nos perderemos…

—Bueno, pero no seas muy obvia al verlo, creerán que somos idiotas… — dijo Kristel rascando su cabeza.

Ambas chicas estallaron en una carcajada.

Tras salir del edificio de los dormitorios de mujeres y un rápido vistazo al croquis, ubicaron de inmediato el lugar en cuestión y ahí se dirigían.

—Aura sobre Jaden… — habló preocupada la castaña.

—¡Lo sé… lo he pensado! — dijo del mismo modo — Pero ¿qué es lo peor que puede pasar?, ¿Qué ya tenga novia?, estamos comprometidos y él es mi príncipe de caballo blanco, no va a traicionarme. — mencionó Aura intentando ver lo mejor del asunto después de haber escuchado ciertos rumores.

—Y de ser así… ¿qué harías? — cuestionó Kristel preocupada.

—No lo sé… esperarlo supongo… — respondió Aura.

—No seas tonta Aura ¿cómo se te ocurre tal cosa? — regañó Kristel.

—Lo amo Kristel…— dijo Aura sin dudarlo.

—No seas absurda…solo están comprometidos por decisión de sus padres, y los hombres son hombres… — dijo Kristel y desvió el rostro.

—Aun así, yo lo amo, nunca he pensado en nadie mas que no sea en él, a él y nuestra promesa de casarnos he consagrado mi vida. — respondió Aura.

Kristel negó.

—Si es verdad que tiene novia, lo mandas al diablo, y mira…— dijo Kristel señalando a todos los chicos apuestos del lugar. — hay tanto de dónde escoger… — mencionó en busca de no dejarla decaer.

—No seas tonta… no quiero escoger a nadie… — se burló Aura.

—Pues considéralo… — aconsejó Kristel. — todavía no entiendo tu devoción a Jaden… conviviste con él toda la niñez, y una vez que ingresaste al internado, ¿lo viste cuánto? ¿Cinco, seis veces?, no puedes amarlo. — dijo simplemente.

—Ya sé… — aceptó Aura. —… pero aun así… yo de verdad creo que algún día nos casaremos… — agregó esperanzada.

—Solo porque sus padres lo dicen, no significa que lo tengan que aceptar…— dijo Kristel.

—A mí no me molesta, y él también había aceptado, me lo dijo, nuestro compromiso es inminente. — le recordó Aura.

—Sí, sí, pero las cosas cambian, hace dos años que está en la universidad ya pesar que nunca le hemos conocido ninguna novia, no significa que no haya tenido…o que la tenga. Además, esos rumores dejan mucho que decir. — Kristel dejó claro.

—Bueno eso es cierto… — aceptó Aura.

—Entonces deberías estar preparada para lo que sea…ni siquiera te ha besado. —

—¡Oye! Por supuesto que no me ha besado, esas cosas se hacen hasta después de casarse, eso me enseño mi padre. — corrigió Aura con seriedad.

En el gimnasio, sonó el silbato.

—¡Se acabó el entrenamiento! ... ¡reúnanse chicos! — habló un sujeto atractivo.

Tanto los jóvenes que se encontraban en la banca como los que estaban agotados en la duela, se acercaron.

—Seguro nombrará al nuevo capitán… — habló un chico ojiazul de coleta alta —… aposté por ti, espero que ganes, Cedric. — dijo palmeando su hombro.

—Ese puesto debió ser mío desde el año pasado… así que no te sorprendas. — le respondió soberbio.

—Bueno, aunque Jaden también es un fuerte candidato…—

—No me supera… — dijo Cedric viéndolo de reojo.

—Por supuesto que no, por eso aposté por ti… — dijo y le sonrió confiado.

—¡Jaden! — escucharon una delgada y fría voz femenina. —¡te deseo suerte amor, sé que lo conseguirás! —

—Vaya…creí que te daría espacio… — se burló Erick, después de que su mejor amigo le devolviera el saludo.

—Es porrista y ya se va…cómo si no supieras… — dijo con fastidio.

El otro se encogió de hombros sin darle importancia. —¿crees que te nombrarán capitán?

—¿A quién más si no? —

—Cedric ha mejorado sus números… — recordó.

—No se lo darán… ¿recuerdas su reciente escándalo? — dijo burlón.

—Buen punto ...

—¡SILENCIO! — alzó la voz el entrenador. Todos formaron una media luna y prestaron atención. —… como ya saben, con la partida de los egresados, quedaron libres varios lugares, y también la capitanía de la escuadra…

Hubo murmullos y unas últimas apuestas.

—¡Silencio! ... sin más rodeos y para que se vayan a duchar… este año nuestro capitán serás tú Aston… — dijo y le lanzó la codiciada banda que lo distinguía como tal.

Las reacciones no se hicieron esperar, hubo cierto alboroto y los chicos se molestaban unos con otros, al parecer, las apuestas estaban muy cerradas.

—¡¿Qué?! — se escuchó la soberbia y molesta voz del rubio ojiazul. —¿Lo nombrarás a él capitán? —

—Háblame con más respeto, Cedric… soy tu coach. — dijo el joven entrenador mientras sostenía la tablilla con su lapicero y las varias hojas sobre ella.

—¡Que te jodan Carson! — dijo Cedric sin contemplación — tengo los mejores números del equipo… la mayor cantidad de tiros y el mejor porcentaje de encestes y asistencias… — agregado orgulloso.

—Lo sé… conozco tus estadísticas, también eres el segundo más rápido, solo debajo de Erick; el segundo en tiros libres, debajo de Aston… — agregó y el rubio lo vio fijamente, estaba molesto… —… pero también eres indisciplinado, faltas al menos una vez a la semana a los entrenamientos; y eso sin mencionar que estuviste a punto de ser expulsado porque te encontraron mostrando un acto sexual con una señorita en los sanitarios… — volvió a hablar y varios chicos lo vitorearon por lo último.

—Este imbécil no es mejor que yo… — aseguró Cedric sin hacer caso de nada.

—Este imbécil es tu nuevo capitán… — aseguró Jaden con burla, y le mostró a Cedric una sonrisa torcida de superioridad y en claro desafío a que cambiara las cosas.

—Por mero trámite… jamás serás mejor que yo… — Cedric sostuvo su porte altivo.

—Claro, pero ahora, tú me sigues… — mencionó Jaden burlón y Cedric se lanzó contra él, pero fue sujeto por varios compañeros.

Jaden no se movió.

—¡Tranquilos muchachos! — el coach se plantó en medio del grupo de jóvenes. —tú… — dijo señalando al ojiazul, modera tu carácter… y tú… — Dijo ahora al pelinegro Jaden. —… el puesto no es seguro… cuídalo, o lo perderás. — finalizó y tras una mirada molesta, Cedric se dirigió a las gradas por sus cosas.

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