Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veinte.

Una tarde de juegos.

—¡Por favor, papi! —rogó Dottie, abrazando a Daniel con todas sus fuerzas. El resuello de la niña era una súplica sincera. Su amigo Louis, con una mirada esperanzada, se unió a la súplica.

—No lo sé, Dottie. Tengo muchos compromisos de trabajo —dijo Daniel, con un tono de ...