Read with BonusRead with Bonus

Un ratón siempre huye

Luan se retiró de mi cuarto dejándome a solas con mi tormento.

Esta vez, sí rompí a llorar sin contenerme. El maquillaje se chorreó por mi rostro y lo limpié con mi mano, arruinándolo todavía más.

No podía creer que había sido tan estúpida para creer que Susan de verdad se preocupaba por mí. Era u...