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Capítulo 12

-¿La doctora Michievic?-, preguntó Mike Reynolds.

-Así es, pase usted-, sonrió con encanto la Michievic. Le pidió que se sentara en una silla. -¿En qué puedo ayudarlo?-, arrugó ella su naricita. La doctora era bellísima, de pelos muy rojos, curvilínea y de pechos grandes. Mike quedó encantado de...