Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 32

Emily, ahora furiosa, sintió una oleada de fuerza repentina. Por más que Amelia luchaba, no podía liberarse. Café hirviendo se derramó sobre su rostro, haciéndola gritar de pánico.

Su cabello, cuidadosamente peinado, ahora era un desastre, y su costoso vestido estaba empapado.

—¡He soportado que m...