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Capítulo 24

La rodilla de Emily estaba hinchada y cubierta de moretones, luciendo bastante alarmante.

Mojó un hisopo de algodón en antiséptico y lo aplicó suavemente en la herida.

Pero tan pronto como lo tocó, dejó escapar un pequeño gemido, frunciendo el ceño por el dolor, el sudor perlaba su frente.

Al esc...