Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 376

El día siguiente pasó volando.

—Te amo— susurró Adelaide, su frase habitual.

Sebastián no podía borrar la sonrisa de su rostro.

Después de algunas bromas de ida y vuelta, Adelaide se acurrucó junto a Sebastián y preguntó cautelosamente —Oye, si alguna vez me voy, ¿prometes cuidar a nuestros hijos...