Capítulo 5 Ella nunca pensó en regresar a su país de origen
Después de nuestro intenso acto de amor, Aurora se quedó dormida rápidamente.
Incluso dormida, se veía agotada, con las cejas ligeramente fruncidas.
Inconscientemente se inclinó hacia mis brazos, una lágrima formándose en la esquina de su ojo.
Instintivamente me incliné y la besé para secarla. Solía hacer esto para consolarla cuando lloraba.
Estudié su rostro. La inocencia juvenil de sus días escolares había desaparecido; se había vuelto más compuesta y segura, irradiando un encanto cautivador.
Su largo cabello rizado estaba un poco húmedo por el sudor. Ahora mismo, yacía tranquilamente a mi lado, como un ángel puro.
Pero sabía que esto era solo una fachada. La verdadera Aurora era de lengua afilada y materialista; podía decir las cosas más hirientes con esos labios rosados.
Si no fuera por los cambios en su familia, ni siquiera habría pensado en volver, y mucho menos recordarme, el chico que dejó hace siete años.
El rostro de Aurora era pequeño; podía sostenerlo fácilmente con una mano.
Sus labios se entreabrieron ligeramente, y no pude resistir inclinarme para besarla.
Mis dientes rozaron sus suaves labios, y no pude evitar morder un poco más fuerte. No fue hasta que vi sus cejas fruncirse más profundamente que la opresión en mi pecho comenzó a aliviarse.
Afortunadamente, había vuelto ahora, y en este momento, estaba en mis brazos.
Después de acariciar suavemente sus labios rosados una última vez, me enderecé la ropa y me levanté para irme.
El coche se detuvo lentamente frente a la empresa.
Tan pronto como salí del ascensor, mi asistente Jacob me saludó con una sonrisa, abriendo hábilmente la puerta de la oficina para mí y entregándome una taza de café perfectamente templado.
—Sr. Phillips, la Sra. Foster acaba de venir a verlo, pero no dijo de qué se trataba. Después de ver que no estaba aquí, se fue.
Ya había visto la llamada de Claire en mi camino aquí. Luego le envié un mensaje y levanté la vista para encontrar a Jacob mirándome.
—¿Qué pasa?
—Parece que está de muy buen humor hoy.
Al darse cuenta de que había sobrepasado, se fue rápidamente.
La oficina volvió a su estado tranquilo, y me recosté en el sofá.
¿Estaba de buen humor? Pensando en Aurora todavía durmiendo en casa, no pude evitar sonreír.
De repente, el teléfono sonó. Era una llamada de Claire.
—Alex, quiero organizar una exposición de arte y necesito algunas pinturas famosas para la promoción. Hay una subasta de arte pasado mañana. ¿Puedes venir conmigo?
Toqué ligeramente la mesa. En mi memoria, este era el mayor sueño de Aurora cuando tenía dieciocho años. En ese momento, había recibido calificaciones perfectas y estaba muy feliz.
—Alex, mi maestro dijo que mis habilidades de pintura han mejorado mucho. Cuando me gradúe, quiero organizar una exposición de arte para que todos puedan apreciar mi estética y gusto. Para entonces, tú puedes ser mi guía, ya que siempre entiendes las emociones que quiero transmitir en mis pinturas.
Tal vez me tardé demasiado en responder, y la voz de Claire se volvió un poco dudosa. Preguntó —¿Estás ocupado ese día?
Salí de mis pensamientos y finalmente acepté —Claro.
POV de Aurora Ross:
Debido al amor rudo de Alex, me dolía la cintura por dos o tres días.
Estaba realmente tentada a dejar todo de lado y tomarme un descanso en la cama por un tiempo, pero la realidad no me lo permitía.
La agitación en el Grupo Ross había sacado a la luz a muchas personas con motivos ocultos, y tenía que recuperar el control para que la empresa volviera a estar en marcha.
La generosa ayuda de Alex había evitado que la empresa se declarara en quiebra, pero solo era una solución a corto plazo. No podía depender únicamente de Alex para revivir el Grupo Ross.
La mayoría de las personas siempre están impulsadas por el beneficio. Después de que la familia se declaró en bancarrota, los antiguos socios del Grupo Ross rechazaron todas mis solicitudes de ayuda, y había estado buscando proyectos adecuados.
Desde contactar con los interesados y redactar propuestas hasta finalizar los arreglos, gestioné meticulosamente cada paso, tratándolo como si fuera mi propia obra maestra.
Después de enviar la versión final de la propuesta al nuevo socio, estaba a punto de cerrar la página del correo electrónico cuando de repente recibí un mensaje de Jason, preguntando por qué no me había visto recientemente.
El mensaje de Jason me dejó atónita durante un buen rato.
Cuando estudiaba en el extranjero, iba al Parque Redstone cerca de la escuela a dibujar cada fin de semana. El paisaje allí era hermoso, con muchos animales adorables y turistas con vestimentas únicas.
Jason era uno de los visitantes habituales. Aunque su cabello ya estaba gris, tenía mucho ánimo. Después de conocerlo por casualidad, descubrí que tenía una visión única sobre las pinturas y podía detectar inmediatamente los defectos en mi trabajo. Desde entonces, intercambiamos direcciones de correo electrónico y frecuentemente discutíamos nuestras ideas sobre el arte. Más allá del arte, también se preocupaba por mí como un amable anciano.
Respondí rápidamente: [Mi familia está pasando por algunos problemas, y estoy tratando de ahorrar dinero. Lo siento, pero no puedo acompañarte en los paseos por ahora.]
Jason: [Lamento escuchar eso, pero creo que con tus habilidades, superarás esto. Si te falta dinero, ¿por qué no intentas subastar tus pinturas? Después de todo, tus obras tienen cierto encanto y deberían alcanzar un buen precio.]
Me quedé mirando el correo electrónico aturdida. No pensé que alguien compraría mis pinturas ya que no era famosa, pero estaba dispuesta a intentarlo.
Pensé por un momento y llamé a Amy en el extranjero —Amy, recuerdo que pronto regresarás a los Estados Unidos para una subasta. ¿Podrías ayudarme a poner mis pinturas en la subasta?
Amy era mi amiga más querida, a quien conocí en el extranjero. Ella organizaba subastas en varios países y generalmente era difícil de contactar. Pero afortunadamente, pronto regresaría a América.
—Por supuesto, no hay problema. Amy aceptó con facilidad, y finalmente sentí un alivio.