Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 28

Howard no era tonto. Podía lidiar incluso con esos molestos polvos de picazón, así que ¿por qué tendría miedo de estas amenazas? Así que simplemente se quedó allí, tranquilo como un pepino, dejando que Katherine despotricara.

No fue hasta que Katherine se cansó de su propia voz que se marchó furios...