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Capítulo 502: No protegí nada

Si hubiera podido alcanzar a través del teléfono, Melinda habría estrangulado a Calista en ese mismo instante.

La voz de Calista goteaba sarcasmo —Por supuesto, quiero tu vida. Sabía que vendrías a Charlington, así que he estado esperando, lista para el intercambio.

—Te perdonamos la vida por bond...