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62- Porque robó mi manta y mi corazón (no en ese orden)

KACIA

Después de que Oz comienza a contarme sobre su familia y su hogar, es como si no pudiera detenerse. Su voz se suaviza y cambia, volviéndose más cálida, teñida de una tristeza nostálgica que hace que me duela el pecho. Habla sobre el pequeño rincón del reino demoníaco donde creció, sobre có...