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Capítulo 464

Después de una comida abundante, Ella, con la barriga redonda y llena, no podía dejar de eructar.

Sofía, masajeando juguetonamente el vientre de Ella, la molestó —Vaya, ya eres toda una adulta y sigues comiendo como un pozo sin fondo.

Ella, inclinándose hacia el toque de Sofía, se defendió —No pue...