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Capítulo 25 Noé se escapa de casa

En el momento en que sus palabras cayeron, Raymond se detuvo en seco.

Creyendo tener esperanza, Tessa miró a Raymond con entusiasmo.

Sin embargo, vio que Raymond esbozaba una sonrisa burlona, sus ojos llenos de desprecio.

—¿De verdad crees que soy un tonto, que voy a creer cualquier cosa que diga...